Estructura y funcionamiento de la Tierra
El segundo principio de la Naturaleza define a la Tierra como un sistema viviente compuesto por dos subsistemas: subsistema físico o ecosfera y subsistema biológico.

Subsistema físico
El subsistema físico de la Tierra está formado por la atmósfera, hidrosfera y litosfera, que interactúan para sostener la vida y los procesos del planeta.
- Atmósfera: Es la capa gaseosa que envuelve la Tierra, compuesta principalmente por nitrógeno (78%), oxígeno (21%), dióxido de carbono (0.033%), vapor de agua y otros gases en menor proporción. Actúa como un escudo protector, bloqueando radiaciones solares de alta energía (ultravioleta, rayos gamma y X), perjudiciales para los seres vivos, mientras permite el paso de radiación visible e infrarroja, esenciales para procesos como la fotosíntesis y el efecto invernadero. Los gases de efecto invernadero (vapor de agua, CO₂, óxidos de nitrógeno) absorben el calor reflejado por la Tierra, evitando que se congele durante la noche y manteniendo una temperatura promedio de 15 °C. La capa de ozono, ubicada en la estratosfera, filtra la radiación ultravioleta, protegiendo la vida. La troposfera, la capa más baja, concentra los fenómenos meteorológicos que redistribuyen el calor. El oxígeno atmosférico es crucial para los organismos aeróbicos.
- Hidrosfera: Engloba toda el agua del planeta en sus estados líquido (océanos, mares, ríos, lagos, aguas subterráneas), sólido (glaciares, casquetes polares) y gaseoso (vapor, gotas de lluvia, cristales de hielo). El agua es un componente esencial para la vida y constituye la base de los organismos vivos. Las corrientes oceánicas desempeñan un papel clave al transportar energía calorífica desde las regiones ecuatoriales hacia los polos, moderando los climas globales y regionales. Sin esta redistribución, las temperaturas tropicales serían extremadamente altas y las polares mucho más frías, generando climas extremos.
- Litosfera: Es la capa sólida de la corteza terrestre, formada por materiales inorgánicos (arena, limo, arcilla), aire, agua y materia orgánica. El suelo, un recurso vital, es el sustrato donde se desarrollan la mayoría de los organismos terrestres, albergando billones de macro y microorganismos. El suelo filtra agua, almacena calor, intercambia gases y es esencial para la producción de alimentos, la construcción y la descomposición de materia orgánica. Su estructura se detalla en el perfil del suelo, que incluye zonas de lixiviación y acumulación.

Los ciclos biogeoquímicos conectan los subsistemas físico y biológico de la Tierra, regulando elementos esenciales:
- Aire (oxígeno): Liberado por plantas en la fotosíntesis, usado en respiración y combustión.
- Agua: Circula por evaporación, condensación y precipitación, vital para la vida y el clima.
- Carbono: Fluye entre atmósfera (CO₂), organismos, suelo y océanos, afectado por combustión.
- Nitrógeno: Fijado por bacterias, usado por plantas y animales, devuelto por descomposición.

Subsistema biológico
El subsistema biológico, está compuesto por productores, consumidores (primarios, secundarios y terciarios) y desintegradores, que interactúan mediante relaciones bióticas y contienen materiales orgánicos. Junto con el subsistema físico, forma la biosfera, un sistema ecológico donde los seres vivos autorregulan intercambios de energía y materia en interacciones complejas a gran escala temporal y espacial (Margulis, 1998; Miller, 1994; Chiras, 1991). En la biosfera, los ciclos biogeoquímicos facilitan el intercambio de sustancias químicas en dos fases: la fase ambiental (elementos inorgánicos en suelo, agua y aire) y la fase orgánica (elementos en seres vivos).

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