Introducción a la economía y el ambiente

Es el campo del conocimiento que estudia los problemas ambientales desde la perspectiva y las ideas analíticas de la economía.

Áreas de Estudio: Se sitúa en los campos de la microeconomía y la macroeconomía, con un énfasis en la microeconomía.

Objetivo: Estudiar maneras de cambiar las políticas e instituciones económicas para equilibrar los impactos ambientales con los deseos humanos y las necesidades del ecosistema.

Recursos ambientales comunes

Los recursos ambientales comunes son sistemas biofísicos que soportan la vida social y a los cuales la gente tiene acceso libre e irrestricto.


Ejemplos: Aire, peces marinos, especies de aguas internacionales, agua subterránea.

Problema: Tendencia a considerar que dichos recursos son de todos y, por tanto, nadie los cuida.

Diferencia: Los recursos ambientales comunes no son lo mismo que los de propiedad común, que pertenecen a un país, estado o localidad y son administrados por los gobiernos.

 

Tipos de dimensiones:

1. Dimensión Física: Infraestructura y equipo esencial para el desarrollo económico.

2. Dimensión Humana: Capacidades y habilidades de la población (capital humano).

3. Dimensión Institucional o Social: Cultura y organización que optimizan la productividad.

4. Dimensión Ecológica: Recursos ambientales comunes, cruciales para la vida y el desarrollo sostenible. La correcta gestión evita costos sociales y ambientales excesivos, como la contaminación.

Los recursos ambientales comunes son sistemas biofísicos que soportan la vida social y a los cuales la gente tiene acceso libre e irrestricto.


Ejemplos: Aire, peces marinos, especies de aguas internacionales, agua subterránea.

Problema: Tendencia a considerar que dichos recursos son de todos y, por tanto, nadie los cuida.

Diferencia: Los recursos ambientales comunes no son lo mismo que los de propiedad común, que pertenecen a un país, estado o localidad y son administrados por los gobiernos.

 

Tipos de dimensiones:

1. Dimensión Física: Infraestructura y equipo esencial para el desarrollo económico.

2. Dimensión Humana: Capacidades y habilidades de la población (capital humano).

3. Dimensión Institucional o Social: Cultura y organización que optimizan la productividad.

4. Dimensión Ecológica: Recursos ambientales comunes, cruciales para la vida y el desarrollo sostenible. La correcta gestión evita costos sociales y ambientales excesivos, como la contaminación.

Recursos económicos

o Naturales: Producidos por la naturaleza.

o Bienes de Capital: Productos manufacturados para la producción de otros bienes.

o Mano de Obra: Capacidades físicas y mentales de las personas.

Indicadores económicos

Producto Interno Bruto (PIB): Valor total de bienes y servicios en un año.
PIB Per Cápita: PIB real dividido por la población, refuerza comparaciones económicas.

 

Limitaciones de los indicadores económicos 

 

Producto Interno Bruto (PIB) y PIB Per Cápita: Frecuentemente usados para medir el crecimiento económico.

Limitaciones:

Ocultan daños económicos (ej., producción de bienes dañinos como cigarrillos).
No reflejan la distribución del ingreso y recursos, generando desigualdades.
Fomentan el consumismo y la satisfacción de necesidades artificiales.
Ignoran costos de la degradación ambiental.

Bienestar Económico Neto (BEN): Propuesto por William Nordhaus y James Tobin, considera el impacto negativo de la contaminación. Este indicador, con el bienestar neto, puede ajustarse de acuerdo a la inflación.

Índice de desarrollo humano: Estima la calidad de vida promedio en diferentes países 

Instrumentos económicos

Las políticas ambientales deben integrar instrumentos económicos que permitan enfrentar los problemas ambientales de forma realista, considerando tanto los costos internos de producción como los costos externos o externalidades, que son los impactos negativos que las empresas generan sobre la sociedad y el medio ambiente, pero que no son asumidos por ellas directamente.

Los costos externos son aquellos que no aparecen reflejados en los estados financieros de las empresas, pero que afectan a terceros. Por ejemplo, una fábrica que contamina un río genera costos para los pescadores, las personas que utilizan el agua, y para las autoridades encargadas de tratarla, aunque estos costos no sean registrados por la fábrica. Por ello, para lograr un uso eficiente y socialmente responsable de los recursos, es necesario que las decisiones productivas consideren tanto los costos privados como los costos ambientales externos, es decir:

Costos sociales = Costos privados + Costos externos

A estos costos externos también se les llama costos de terceros o efectos de derramamiento (spillover), ya que los asumen personas ajenas a la actividad económica directa.

Para corregir estas distorsiones, las políticas ambientales han promovido la internalización de los costos ambientales mediante el uso de instrumentos económicos. Estos instrumentos buscan enviar señales adecuadas a los agentes económicos para que adopten prácticas sostenibles y reduzcan la contaminación y el uso irracional de los recursos.

Según el Programa de Medio Ambiente 1995-2000 de la SEMARNAT, los instrumentos económicos ofrecen diversas ventajas:

  • Permiten alcanzar objetivos ambientales con un costo social mínimo.

  • Otorgan flexibilidad a las empresas en la toma de decisiones.

  • Incentivan la innovación tecnológica y la reducción de impactos ambientales.

  • Pueden generar ingresos fiscales destinados a la protección ambiental.

  • Reducen costos administrativos al aprovechar estructuras existentes.

  • Facilitan la compatibilidad entre las políticas económicas y ambientales.

  • Contribuyen a un manejo eficiente de los recursos naturales.

Entre los instrumentos económicos que han sido aplicados en México, destacan:

  • Impuestos y derechos ambientales.

  • Mercados de derechos transferibles.

  • Sobreprecios para fondos de fideicomiso.

  • Sistemas de depósito-reembolso.

  • Fianzas y seguros.

  • Derechos de uso de recursos e infraestructura.

  • Contratos privados y licitaciones públicas.

  • Establecimiento de derechos de propiedad y concesiones.

La aplicación de estos instrumentos debe ser cuidadosa y adaptarse a las condiciones específicas de cada caso, considerando factores como los costos de administración, la escala de las operaciones y la viabilidad de su implementación.

Análisis costo-beneficio

El análisis de costo-beneficio es una herramienta económica fundamental para evaluar políticas, programas y proyectos, ya que permite comparar los costos y beneficios asociados a una decisión, expresándolos en términos monetarios. Su objetivo principal es determinar si los beneficios de un proyecto superan sus costos, ayudando así a tomar decisiones racionales y eficientes.

Este análisis se utilizó por primera vez en Estados Unidos a principios del siglo XX, en proyectos de desarrollo hídrico del US Army Corps of Engineers, y desde entonces se ha consolidado como una práctica clave en la evaluación de políticas públicas, incluyendo las ambientales.

En el ámbito ambiental, el análisis de costo-beneficio busca garantizar que las políticas sean económicamente viables, evitando que la sociedad pague un costo excesivo por lograr una mejor calidad ambiental. La evaluación se basa en la relación entre los beneficios obtenidos y los costos implicados; si los beneficios superan los costos, el proyecto es considerado rentable y justificado. En caso contrario, se recomienda revisar, ajustar o cancelar la iniciativa.

 

En México, este análisis se ha utilizado en la elaboración de Normas Oficiales Mexicanas (NOM), procurando que los beneficios sociales justifiquen los costos de implementación.

No obstante, uno de los principales retos de este enfoque es la dificultad para cuantificar ciertos beneficios ambientales, como el valor de la vida humana, la conservación de especies o el disfrute de un paisaje. Además, es complicado encontrar un equilibrio entre lo que es deseable y lo que es posible, especialmente en países en vías de desarrollo.

Otro aspecto relevante es que la protección del medio ambiente no solo implica costos económicos, sino también cambios de hábitos, educación ambiental y sacrificios personales. Por ello, es fundamental combatir la ignorancia ambiental, ya que solo cuando la sociedad entiende y valora los beneficios del cuidado ambiental, puede comprometerse de manera consciente con su preservación.